En un mundo asolado por el calentamiento global y los eventos climáticos extremos que le acompañan, la cadena de frío debe fomentar el uso de refrigerantes naturales y sintéticos con bajo o nulo potencial de calentamiento global (PCG). Lo anterior obliga al desarrollo de sistemas HVACR certificados en eficiencia energética, algo en lo que la […],
En un mundo asolado por el calentamiento global y los eventos climáticos extremos que le acompañan, la cadena de frío debe fomentar el uso de refrigerantes naturales y sintéticos con bajo o nulo potencial de calentamiento global (PCG). Lo anterior obliga al desarrollo de sistemas HVACR certificados en eficiencia energética, algo en lo que la industria mexicana está a la vanguardia
Hoy en día, la sustentabilidad de la cadena de frío alimentaria es consustancial al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. La cadena de frío se define como el conjunto de acciones y procesos implementados al final de un proceso productivo enfocado en conservar en buen estado y en óptimas condiciones los alimentos, medicinas y demás productos perecederos. Lo anterior evita las mermas de mercancía, al tiempo de salvar vidas y ofrecer más y mejores oportunidades laborales. De los diecisiete ODS, son de especial relevancia los siguientes objetivos:
2 Hambre cero
Las cadenas de frío que operan de forma eficiente reducen la pérdida de alimentos y, por lo tanto, alimentan a más personas.
3 Salud y bienestar
El transporte adecuado de medicamentos permite salvar vidas.
8 Trabajo eficiente y crecimiento económico
Expandir los ser vicios de la cadena de frío para conservar los alimentos genera más oportunidades laborales e incentiva el crecimiento empresarial.
12 Producción y consumo responsable
La cadena de frío promueve el almacenamiento de alimentos y las prácticas de venta minorista responsable.
13 Acción por el clima
El uso de refrigerantes más eficientes con bajo PCG disminuye la demanda de energía de los sistemas HVACR. Esto reduce al mínimo la generación emisiones de GEI a la atmósfera, lo que contribuye a mitigar el cambio climático.
Recientemente, un informe elaborado por la ONU estimó que los países en vías de desarrollo como México podrían ahorrar hasta 144 millones de toneladas de alimentos al año, siempre y cuando alcanzaran el mismo nivel de infraestructura de las cadenas de frío de las naciones más desarrolladas. Lo anterior debido a que el espacio refrigerado de la cadena de frío en Latinoamérica, comparado con la distribución de alimentos, está por debajo de una tercera parte de la infraestructura disponible en los países ricos. Esto supone un reto enorme hacia delante, pero tan bien representa una gran oportunidad para desarrollar la cadena de frío en la región.
Actualmente, las pérdidas de alimentos debido a la falta de acceso a soluciones de refrigeración eficiente totalizaron alrededor de una gigatonelada de dióxido de carbono (CO2) en el mundo. Esto representa alrededor del 2 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). El desperdicio de alimentos, advierte el informe de la ONU, sucede al mismo tiempo que aumenta la cantidad de personas con hambre en el mundo, cuyo número se estima en 828 millones tan sólo en el 2021. Desde el 2020, además, 3 mil 100 millones de seres humanos carecen de seguridad alimentaria, pues no tienen acceso a una dieta saludable. Esto como efecto de los impactos de la pandemia de covid-19, la crisis de los energéticos y la guerra entre Rusia y Ucrania.
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